Cada día son más las personas que sienten cansancio acumulado, falta de ánimo o angustia constante. Esto se debe al estilo de vida que actualmente llevados, donde la presión social y la falta de comunicación nos llevan a reprimir emociones que nos hacen daño.
En la actualidad hay más evidencia sobre cómo los alimentos influyen en nuestro animo y salud emocional, aportando nutrientes que favorecen la estabilidad emocional potenciando así, el tratamiento de enfermedades ligadas a las emociones.
Estos son:
Triptófano:
Es un aminoácido que participa en la formación de Serotonina aportándonos felicidad y estabilidad emocional. Un déficit de esta provoca: negatividad, irritabilidad, ansiedad, sueño poco profundo y pesadillas.
El triptófano se encuentra en:
huevos, lácteos, pescados, carnes, chocolate amargo > 85% cacao, soya, frutos secos y frutas (plátano, piña y palta).
L-glutamina:
Es un aminoácido que participa en la formación de GABA ayudándonos a estar más tranquilo y relajado en el día a día. Su déficit puede generar ansiedad, pánico y manías.
Este aminoácido se encuentra en: lácteos, carnes, huevos, garbanzos, espinaca, perejil, frutos secos y arvejas.
Tirosina y fenilalanina:
Son aminoácidos que participan en la formación de Catecolaminas mejorando la concentración, la memoria y la atención. En concentraciones bajas podemos sentirnos tristes, desmotivación y depresión.
Este aminoácido se encuentra en: la carne, el pescado, los huevos, los lácteos, espinaca, esparrago, maní, almendras y tofú.
Colina:
Es un aminoácido que participa en la formación de Acetilcolina ayudándonos a la concentración y a la memoria.
Este aminoácido se encuentra en: carnes, huevos, mariscos, pescados, soya, los garbanzos, las lentejas, los cereales integrales, la levadura de cerveza, las coles, la coliflor, el apio, el ajo, las berenjenas, lechuga, pimiento, zanahorias, la remolacha, las espinacas y las cebollas.
¡Alimentos que debemos evitar!
Cuando nos sentimos tristes o sin ánimo tendemos acudir a los alimentos altos en azúcares simples, sal y grasas ocultas (productos pastelería, golosinas, chocolates con bajo porcentaje de cacao, comida rápida) los cuales no generan ningún cambio a nivel cerebral y su efecto suele ser “felicidad momentánea”.